martes, 28 de abril de 2009

Juan Antonio Alcalá: “El periodismo saca a veces lo peor de mucha gente”

En un estudio de la Cadena Ser, frente a la ventana de la sala de realización vacía y delante del micrófono que le ha visto crecer; con vaqueros, polo y zapatos negros. Este madrileño cercano a los cuarenta se muestra seguro aunque parece un niño tímido escondiéndose detrás de sus gafas. Habla con descripciones que harían a un ciego ver la imagen perfecta de la realidad y con la cercanía, aun, del recién llegado, sin darse importancia ni a él, ni a todo lo que ha narrado en los 20 años que ha dejado su voz en la radio.

Juan Antonio Alcalá ha informado de una guerra que le apasionó, de la política que le aburrió y se ha quedado en el deporte en el que ha encontrado todas las satisfacciones que había soñado. Ha dirigido El Larguero y participó en el libro Diario 2000 del Larguero, ha narrado Mundiales de fútbol, Olimpiadas, Vueltas Ciclistas y, lo que el califica, como uno de sus mejores momentos, el triunfo de España en la última Eurocopa.
Pregunta: Desde el principio has trabajado en radio, ¿Qué tiene este medio que te atrae mas que otros?

Respuesta: La verdad es que es un poco vocacional. En mi casa somos cuatro hermanos y con diez o doce años jugábamos juntos a hacer programas de radio con un magnetófono antiquísimo que me regalaron en la primera comunión. Recuerdo, también, con trece o catorce años, que es una época de salir con los amigos, que yo me quedaba oyendo programas de radio, me fascinaba este mundo, el ver como se trabajaba, como sería todo esto, la comunicación que se establece por la radio, que es muy directa… no se, supongo que es algo profundamente vocacional, siempre soñé con esto, como yo digo en ocasiones, es una de mis frases un poco tontas, esto es como una especie de sueño hecho realidad.

P: ¿Y la Cadena SER?

R: Llegue aquí porque la vida me trajo hasta aquí. Yo empecé las practicas en el segundo curso de carrera como premio por un ciclo de conferencias que nos dieron en la universidad. Se podía elegir entre varias, no estaba la SER, pero si la COPE, y allí empecé en el año 89. Me fueron renovando hasta que me echaron porque era para ellos inasumible aquella beca de 45.000 pesetas de los años 90, y justo cuando acabó el contrato se convocaban prácticas en la SER. Gracias a mi experiencia anterior, me cogieron y hasta hoy, desde entonces van ya camino de 20 años.

P: Te gusta más llamarte reportero que periodista ¿Qué diferencias encuentras entre estos dos nombres?

R: Pues no es que haya ninguna diferencia, pero de todas las funciones que yo he hecho en la radio, que incluyen mil cosas: presentar un programa, hacer la suplencia de José Ramón de la Morena, ruedas de prensa, corresponsal de guerra… Lo que mas me gusta es estar sobre el terreno viendo la noticia. Esto que hacemos en la radio de ir con el inalámbrico colgando para meterte en todas partes es, lo que creo que mejor hago, y de lo que mas me gusta. Hay gente que dice que esto está bien para una cierta edad y que esto es algo mas para los 20 años que para los 30 ya cumplidos, – se ríe – pero a mi me gusta eso.

P: Estuviste en la guerra del Golfo del año 91, ¿cómo es eso de la guerra?

R: Dentro de la tragedia que es aquello, es de las mejores experiencias que he tenido en mi vida profesional, pero muy duro. Fue la primera, Irak, con Sadan Husein, invade Kuwait, van alli los americanos… No se, primero es difícil trabajar allí porque yo iba con mis ideas de 20 años de “me voy a meter en todas partes” y aquello está muy controlado. Si tu no eres un medio potente, y allí la Cadena Ser no lo es, te limitabas solo a ir a las ruedas de prensa del general americano de turno y tu si te lo querias creer bien, pero no tenias forma de comprobarlo. Luego, con los mandos americanos, si hubo oportunidad de hacer una serie de incursiones en lo que fue la guerra y ver los resultados de los bombardeos… Se te quedan unas imágenes que ahora, pasados 18 años, aun siguen grabadas, pero como experiencia profesional fue algo muy bueno.

P: Tú allí te fuiste solo, ¿cómo surgió aquello?

R: Bueno es una de esas cosas que no te lo crees. Yo trabajaba en informativos, en el equipo de Matinal SER y estaba viendo en la CNN el bombardeo desde la redacción a las 12 de la noche. Yo con mis 20 años, aun de prácticas y rodeado de la gente mayor que trabajaba aquí dije ¡como me gustaría estar allí! Todos me miraron pensando ¡este tío esta loco… ¡Pues me encantaría estar allí!, lo volví a decir, y a la mañana siguiente, el que era director de informativos, Luís Fernández, me dijo ¿es verdad que tu dijiste que te gustaría ir a la guerra? Y yo contesté que sí. ¿Pero es una bravuconada o lo decías en serio? Y yo volví a repetir que sí, que me gustaría estar allí. Y entonces me puso unos billetes de avión delante y me dijo “pues si es verdad que eres tan echado para adelante y no eres un acojonado aquí los tienes, Madrid – París, París – Arabia Saudí” y allí que me fui sin pensarlo.

Pero también es verdad que con 20 años se ve todo una manera que no se ven con 38 que tengo yo ahora. En aquel momento yo, en cuarto de carrera, era la envidia de todos mis compañeros, pero ahora viendo que ha habido asesinatos y secuestros de periodistas… Yo me vi en una situación en la que, por querer meter demasiado el micrófono, me vi encañonado por los kuwaitíes. No sabían si la grabadora que llevaba era una bomba o realmente una grabadora. Toda esa excitación del momento ahora se ve de otra manera. Yo no se si ahora lo volvería hacer, me lo pregunto muchas veces…

P: Eres especialista en realizar fotografías de acontecimientos o estampas ¿Qué fotografía te quedó de tu paso por la Guerra del Golfo?

R: Sobre todo una, cuando se produjo la ofensiva terrestre. Las tropas de Irak estaban en Kuwait, estaba invadido el emirato, y hay un momento en que los americanos, para expulsar al ejército de Sadan, hacen un ataque terrestre y aéreo mientras que los irakíes, que ya se sabían derrotados, saquean la ciudad. Después intentan escapar por la carretera de salida de Kuwait hacia Basora, que era la ruta de huida, y… ¡Cómo les pillaron allí los americanos! [Se lamenta mientras baja laminada] Al día siguiente fuimos en un pull de prensa a ver la ciudad bombardeada. Ver los tanques hechos unos amasijos de hierro, ver los cascos y los restos de los soldados… Me produjo un revoltijo que yo, con 20 años, no estaba preparado para ver. Todavía hoy me viene a la cabeza esa imagen.

P:¿Tu experiencia en la guerra te hizo decidirte por el deporte?

R: Me paso a deportes porque en aquella época esta casa redujo el presupuesto de internacional, donde yo estaba muy contento, allí me lo pasaba muy bien. Después de aquello ya no se viajaba tanto a zonas en conflicto y a mi me pasaron a cubrir política nacional en la que me dedicaba a ir detrás de Felipe Gonzalez diciéndole lo que habia dicho Aznar, a Aznar lo que había dicho Anguita… Era algo demasiado simple, empezó a no gustarme lo que yo hacía. En aquella empoca, 1991 o 1992, coincidia que el programa de De la Morena iba cogiendo fuerza y tenia una nueva forma de contar las cosas que a mi, como a mucha gente, me llamaba la atención. Pedí el paso a deportes. Nadie daba un duro porque me lo dieran, algunos pensaban que me estaba equivocando porque decían que yo era un tío de informativos. Además, entes deportes estaba muy mal visto: todo el que no valía se iba a deportes a gritar GOL, GOL, GOL! Bueno, yo lo pedí y me lo dieron.

P: ¿Recuerdas tu primer partido?

R: Mi primer partido fue un derbi Atlético de Madrid - Real Madrid en el Vicente Calderón haciendo un reportaje para el Carrusel Deportivo con un teléfono móvil infiltrado entre los ultra del Real Madrid. Te va a parecer que me meto en todos los fregados. [Se ríe inocentemente] Fue un acto de reporterismo.

P: Después de 16 años en deportes de la Cadena Ser ¿Cuál ha sido el evento deportivo que más te ha llenado?

R: Pues básicamente dos. Los 5 tours de Miguel Indurain, ese quinto tour en Paris, sonando el Himno de España en los Campos Eliseos; otro mucho mas reciente, lo del verano pasado, la Selección Española en Viena. Me parece algo grandísimo, ver esa generación de futbolistas ganando de esa forma, con todos los problemas con los que llegaba el seleccionador, el problema de si jugaba o no Raúl... Es algo que ojala se pueda repetir. Lo tengo enmarcado.

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